Empecé escuchando tangos muy bien tocados en piano por mi madre. Continué tocando el acordeón a piano en el colegio secundario, donde habíamos formado una bandita y tocábamos las canciones del momento. Cuando terminé el secundario toqué el acordeón en el quinteto del cantante italiano Giuliano Verna durante dos o tres años.
Tocábamos las canciones italianas que estaban muy de moda en ese momento, y algunas canciones que yo ya componía. Con lo que ganaba con la música me pagué las horas de vuelo en el aeroclub y después de varios años de estudio me recibí de Piloto Comercial en la Escuela Nacional de Aeronáutica.
Volé durante cuatro años un avión bimotor ejecutivo, y después ingresé como copiloto de Douglas DC-3 en Aerolíneas Argentinas donde volé durante 26 años, terminando mi carrera como Comandante de Boeing 707 en Diciembre de 1990.
Volviendo a la música, muchos años atrás había escuchado el LP Sinfonía de tango que Astor Piazzolla había grabado en Francia y me pareció una maravilla.
En ese entonces yo estaba estudiando Armonía con Carlitos García, y empecé a componer tangos modernos. Un día le llevé un tango que acababa de componer, y me dijo que había que llevárselo a Piazzolla.
García me lo presentó y Astor me hizo tocar ese tango y algunos otros, me invitó a su casa y me dio indicaciones para mejorarlos, insistiéndome en que debía seguir estudiando. Así nos fuimos haciendo amigos, hasta que en 1970 le llevé mi Tango barroco y me dijo que estaba fenómeno y que por fin no tenía que corregirme nada. Por eso siempre digo que ese día me recibí de compositor.
Después de muchos años de estudiar Armonía, Contrapunto, Composición y Orquestación pude dar a luz unos cuantos discos con mi música, gracias también a un grupo de maravillosos músicos y técnicos que me apoyaron y me ayudaron a que yo pudiera concretar mis proyectos, y para quienes guardo mi eterna gratitud.